Mágica y misteriosa. Así es Sierra de Cazorla, un paraíso natural lleno de leyendas. El parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas es el más extenso de España y uno de los pulmones verdes más valiosos de Europa. Son muchos los pueblos, rodeados de leyendas y misterios, que se asoman a este paraje natural . A continuación recogemos los cuentos y relatos fantásticos que hemos podido recopilar.
Leyendas, relatos y cuentos de la Sierra de Cazorla
La Leyenda de la Encatá

La «Leyenda de la Encantá» data de hace varios cientos años, seguramente desde el momento en que el Monte Poyo Segura de Potones empezó a ser habitado, y es muy conocida en toda el área de influencia de Bujaraiza, El Aguadero y La Cabañuela. Trata de las apariciones de seres sobrenaturales en momentos puntuales, que fueron vividas por muchos serranos de estas cortijadas dignos de toda credibilidad.
Entre las muchas formas que adopta, la más vista fue la de una señora muy hermosa peinándose sus lagos cabellos con un peine de oro. Algunas veces acunaba a un niño en su regazo. Todos los comentarios coinciden en que estas apariciones tenían por objetivo velar por la moral y buenas costumbres de los habitantes des la aldeas, pero sobre todo por que no se abusara de los bienes que gratuitamente ofrece la madre naturaleza.
No permitía que se cogiesen en exceso plantas comestibles como el «gordo-lobo», el laurel o las collejas. Regañaba a los pastores si el ganado hacía un daño descontrolado. A los viajeros que se paraban en las fuentes a saciar su sed les pedía que no ensuciaran el agua. Sin duda podría pensarse que era la propia madre naturaleza disfrazada de bella dama la que procuraba que siempre hubiera un equilibrio perfecto entre la misma y los seres acogidos en su seno.
Son numerosos los lugares de las apariciones, pero sin duda donde más veces se dieron fue en un paraje conocido como el Royo de la Merera, que se encuentra a mitad del camino que saliendo del «vivero de la huerta vieja» conduce ala aldea de La Cabañuerla, justo en el punto en que una pequeña fuente se atraviesa en la senda. La cantidad de veces que estos hechos se produjeron y la seriedad de las personas que los vivieron indica que son ciertos y que cualquier día y a cualquier hora puede aparecerse «La Encantá».
El Último Lobo

Los últimos lobos que vivieron en la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas ocuparon la zona conocida como Monte Poyo Segura de Patones, entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX. La zona de la Cabañuela, El Aguadero y las Lagunillas fue muy rica en fauna salvaje. Además de cabras montesas siempre dominando las alturas, había tejones, turones, garduñas, zorros, gatos monteses y hasta truchas comunes allí donde los arroyos desembocaban en el río Guadalquivir.
La desaparición de los lobos fue debida a la lucha que emprendieron los ganaderos de la comarca, pues el daño que causaban en las «majas» era enorme. Casi con toda seguridad el último lobo visto por la zona fue uno muy conocido, popularmente llamado «Vicentón». Era grande, astuto y muy sanguinario. Posiblemente sus huesos reposen en alguna cueva profunda y oscura de las muchas que hay en El Aguadero.
La Leyenda de La Tragantía

Según la leyenda durante la conquista de los castellanos el rey ocultó a su hija en una estancia secreta, muriendo en la batalla. La princesa permaneció en su escondite hasta la locura, transformándose sus piernas en una cola de reptil y prometiendo venganza contra los castellanos.
«Yo soy la Tragantía, hija del rey moro. El que me oiga cantar no verá la luz del día ni la noche de San Juan»
La leyenda del Puente de las Herrerías

En la cabecera del Guadalquivir, el viajero puede atravesar el río para dirigirse a su nacimiento por el «Puente de las Herrerías». Se trata de una obra ágil, de graciosas proporciones y de un solo ojo, levantando en piedra caliza prosa de la zona, conocida como toba, muy ligera y de fácil talla.
La leyenda del Puente de las Herrerías remonta a las postrimerías del siglo XV. Los Reyes Católicos, que habían declarado la guerra al reino nazarí de Granada, se dirigían desde Córdoba hacia el frente granadino para proseguir el acoso del último reducto musulmán. En un momento del recorrido, al caer la tarde, las tropas se encuentran imposibilitadas para cruzar el Guadalquivir cuyo cauce había acrecentado durante las últimas lluvias. A partir de aquí la imaginación despliega sus alas y el relato se resuelve de manera fantástica.
La versión caballeresca sostiene que, los caballeros al mando de la Reina Isabel la Católica, acometen la tarea de levantar un puente que permita proseguir la marcha en pos del acoso granadino. El empeño y la diligencia de señores y huestes en reanudar la marcha, cabe a la reina Isabel el privilegio de ser la primera en cruzarlo.
Una variación más religiosa y mística introduce la intervención divina, a modo de milagro: nos dice que una fuerza o poder misterioso acude en ayuda de los esforzados constructores para que la tarea se ejecutase en una sola noche y haga posible que la reina prosiga su plan de conquista. Visitar el Puente de las Herrerías.
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Excelente, todo aquello encaminado a mantener viva la tradición de un pueblo, en este caso Cazorla y su comarca, pues es el caldo de su propia existencia.