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Bosques mágicos en Galicia, las fragas gallegas

bosque encantado de aldan

Para sorprender a los niños no hace falta ir a un parque temático. La naturaleza puede ser tan fascinante como cualquier centro de ocio infantil. Y el mejor ejemplo lo tenemos en los bosques de Galicia. Aunque se les denomina tradicionalmente ‘fragas’, hay otro término que se ha impuesto últimamente y los define a la perfección: bosques encantados.

Un simple paseo por ellos es suficiente para darse cuenta de que se trata de lugares especiales, que despiertan la imaginación de los niños y también la de los mayores. Ambientes que parecen sacados de un cuento de hadas o de un libro de Harry Potter. Por eso, en las siguientes líneas te mostramos tres de los más bonitos: el Bosque Encantado de Aldán, el del Eume y el del Mandeo. ¡Serán excursiones para recordar toda la vida!

Qué son las fragas gallegas

Se trata de bosques típicos del clima atlántico, donde la vegetación es muy densa gracias a su humedad. Sus árboles son de gran porte y de ramaje denso, con importantes concentraciones de robles carballos, acompañados de otras especies como acebos, laureles o alcornoques.

Pero lo que les da un toque muy singular es la abundante presencia de musgos, líquenes, helechos y otras plantas de sotobosque. Si a eso le añadimos ríos y arroyos siempre caudalosos y un toque de bruma en muchos momentos del año, el resultado son bosques encantados… ¡y encantadores!

Bosque y castillo encantado de Aldán

Si hubiera que elegir una fraga perfecta para los niños, esa podría ser la de Aldán, parroquia de Cangas de Morrazo, en plenas Rías Baixas (Pontevedra) Está ubicada en el paraje de la Finca do Frendoal, que en el pasado perteneció a los Condes de Canalejas y está ‘regada’ por el río Orxás. Lo que más fascinará a los pequeños es su castillo a escala infantil: construido en piedra a mediados del siglo pasado, es más pequeño de lo habitual porque tenía un carácter recreativo para los hijos del conde. ¡Y ahora es el lugar de juego favorito de los niños excursionistas!

Fragas do Eume

Con sus 9.000 hectáreas, es uno de los parques naturales más famosos de A Coruña. Se encuentra entre los municipios de As Pontes, Monfero y Pontedeume, y su red de senderos es muy amplia. Lugares como las ruinas del monasterio de San Caveiro, teñidas de verde por la acción del musgo y el líquen, hará volar la imaginación de los niños. ¡Parece el hogar perfecto para una familia de duendes!

Fragas do Mandeo

En Coirós, también en A Coruña, se encuentra otro bosque al que el término de ‘encantado’ le va como anillo al dedo. En el paraje de Chelo hay un Centro de Interpretación con información de diferentes rutas, aunque la más sencilla es la que recorre las dos orillas del río Mandeo. En sus alrededores, además, hay un área recreativa con merendero donde los más pequeños podrán hacer un picnic. Y no muy lejos hay lugares con encanto rural, como el Miradoiro da Espenuca, final de ruta de muchos ciclistas amateurs y perfector para apreciar la belleza de esta fraga desde lo alto.

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