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Qué ver en Palma de Mallorca ciudad en un día

que ver en Palma de Mallorca

Actualmente Palma de Mallorca es, sobre todo en verano, un lugar concurrido por turistas en busca de playas. Pero, esconde muchos otros tesoros que merece la pena ver y visitar. Una ruta por zonas alejadas de los circuitos turísticos convencionales te permitirá conocer la cara menos conocida de la ciudad.

En este post te recomendamos los 5 lugares que no te puedes perder durante tu estancia en Mallorca con hoteles todo incluido. Un recorrido en el que te adentrarás en una Mallorca desconocida y tranquila que no admite prisas ni tensiones. ¡Empezamos!

1. La catedral de La Seu

La Seu es una impresionante catedral de piedra calcárea construida muy cerca del mar. Se empezó a construir en el siglo XIV y se terminó en el XVII. Cuando se construyó se reflejaba completamente en el agua. Más tarde, con la reestructuración del muelle, este efecto desapareció. La Seu, al atardecer cuando se encuentra iluminada, parece un barco que navega por la bahía.

2. El Palacio de la Almudaina

El Palacio de la Almudaina, contiguo a La Seu y de estilo gótico y mudéjar, fue originalmente un alcázar musulmán y perteneció a los reyes de Mallorca. El arcángel san Gabriel de bronce que corona el castillo protege la ciudad y da la bienvenida a los visitantes. A los pies de la Almudaina se extienden los jardines de S’Hort des Rei, el antiguo huerto del palacio. En ellos puedes encontrar dos esculturas contemporáneas, una de Joan Miró y otra del norteamericano Calder.

3. El Castillo de Bellver

El Castillo Bellver tiene una peculiar estructura circular y ha servido de fortaleza, palacio de recreo y prisión. Está situado a unos tres kilómetros de la ciudad de Palma de Mallorca y a 112,6 metros de altura sobre el nivel del mar. Es por ello que, desde este punto, podrás encontrar las mejores panorámicas de la bahía y de toda la ciudad de Mallorca.

4. La Lonja

La Lonja es la construcción civil gótica más bonita de toda la ciudad. Esta obra de arquitectura es un testimonio de la época de máximo esplendor del comercio en Mallorca, que sufrió una crisis profunda a partir del siglo XVII. Fue entonces cuando La Lonja empezó a cambiar su uso y se convirtió en un almacén, una prisión, un hospital, una fábrica de pólvora e, incluso, en un taller de fundición para cañones. Justo delante de la Lonja se encuentra el muelle de los pescadores, un lugar especial para dar un paseo junto al trasiego de botes que vienen y van.

5. El casco antiguo

Por el casco antiguo de Mallorca se extiende un entramado de callejuelas salpicadas de casas señoriales con patios enormes y coquetas plazas. Merece la pena realizar un paseo y visitar sus mercados, sus bodegas y restaurantes para saborear las recetas tradicionales de la cocina balear. Al perderte por sus estrechas callejuelas de origen medieval puedes disfrutar de espectáculos callejeros, de pequeñas iglesias, conventos y del barrio judío, conocido como el Call y lleno de antiguos palacios renacentistas convertidos en galerías de arte.

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