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Comunidades energéticas en el mundo rural y sus ventajas

comunidades energeticas

Las comunidades energéticas tienen la ventaja de aprovecharse colectivamente de una instalación de generación de energía como, por ejemplo, instalaciones fotovoltaicas, eólicas, biomasa o geotermia, entre otras.  De esta forma, se hace una instalación única, comunitaria, de la que obtienen beneficio todos los vecinos, en vez de una instalación en cada vivienda.

Hay que tener en cuenta que en España, hay un problema de dependencia energética que es de casi el 70%. Además según se ha pactado, se deben reducir las emisiones y sustituirlas por energías renovables lo antes posible. Es en este punto en el que tienen mucho valor las comunidades energéticas que ayudan al proceso de transición energética en nuestro país y en todo el mundo.

Las comunidades energéticas pueden surgir en barrios, polígonos, comunidades de vecinos y, también, en el mundo rural.

Ventajas de las comunidades energéticas en el mundo rural

Una comunidad energética rural puede producir su propia energía, consumirla, almacenarla o incluso venderla. Gracias a esto, muchas familias que no podrían acceder a este tipo de instalaciones de forma individual podrían beneficiarse de las siguientes ventajas:

#1 Ventajas para el medioambiente de las comunidades energéticas

Gracias al uso de energías renovables se genera energía limpia sin hacer uso de combustibles fósiles que contaminan. Además, las comunidades suelen reducir el consumo de energía y hacen un uso más responsable de los recursos. De esta forma se ofrece una alternativa limpia, autóctona, segura y cada vez más rentable que no emite gases contaminantes y evita el cambio climático.

#2 Ventajas socio-económicas de las comunidades energéticas

Se reducen los costes y la dependencia energética para la comunidad o localidad porque se produce energía propia y se depende menos de las comercializadoras energéticas. Así pues, la factura se reduce drásticamente. 

Por otra parte, se fomenta la creación de empleo y se estimula el desarrollo de negocios locales relacionados directa o indirectamente con el sector de las renovables. Además, como valor adicional, se promueven las nuevas inversiones en la comunidad, se consigue mayor cohesión social y se mejora la calidad de vida de los ciudadanos.

Dificultades a tener en cuenta en las comunidades energéticas

A la hora de crear una comunidad energética hay que tener en cuenta una serie de dificultades como los cambios en las normativas vigentes, las complejidades de los procesos administrativos, cómo obtener financiación para realizar el proyecto, buscar expertos en el sector o generar interés suficiente en los ciudadanos, entre otras.

Por suerte, actualmente el empoderamiento de los ciudadanos se está haciendo más notable y protagonista con las comunidades energéticas. Los miembros de las organizaciones se implican, cada vez más, en la gestión de su propia energía y generarla de forma eficiente y a base de fuentes de energía renovables, así como en desarrollar medidas de eficiencia energética y movilidad sostenible.

Como hemos visto, las comunidades energéticas fomentan el ahorro energético y contribuyen a reducir la dependencia energética y cumplir los objetivos energéticos y medioambientales fijados para reducir el impacto medioambiental. ¿Qué más se puede pedir para trabajar contra el cambio climático?

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